7 consejos para proteger tu bici y bici eléctrica durante el invierno
Limpia tu bicicleta
La limpieza es una de las operaciones de mantenimiento importantes tan pronto como llegan las primeras heladas. De hecho, la bicicleta tiende a ensuciarse más rápidamente en invierno debido a la nieve, la lluvia o la sal si la carretera se trata contra las heladas. Cabe señalar que la sal puede dañarlo muy rápidamente ya que es muy corrosivo. Por eso es necesario limpiar una bicicleta con más frecuencia, especialmente en clima nevado.
Para limpiar una bicicleta, necesita un cubo de agua, una esponja y un producto de limpieza adecuado. Entonces tienes que:
- Enjuague la bicicleta con agua;
- Rocíe el producto de limpieza;
- Utilice el paño limpio o la esponja para eliminar las manchas y la suciedad más rebeldes;
- Enjuague la bicicleta con abundante agua limpia. Nunca se debe permitir que el producto se seque sobre el equipo, ya que esto puede provocar la aparición de nuevas manchas.
Desengrasar
Una vez finalizada la limpieza de la bicicleta y bicicleta eléctrica, es necesario desengrasar su cadena, sus piñones y su transmisión. El propósito de esta operación es eliminar aceite, suciedad y lodos. El desengrasado se realiza mediante el uso de un desengrasante específico como un aerosol. Para hacer esto, debes:
- Mantener el desengrasante entre 15 y 30 cm de la superficie a tratar, luego rociarlo;
- Elimine los depósitos de suciedad y los residuos de lodo con un trapo y un cepillo;
- Repita este proceso hasta eliminar todo el aceite, la suciedad y los lodos.
Un consejo: antes de pulverizar el desengrasante sobre superficies pintadas o de goma, es imprescindible realizar una prueba en una esquina poco llamativa.
Lubricar
La lubricación es la consecuencia lógica de limpiar y desengrasar. La tarea consiste en lubricar la cadena con un lubricante adecuado para las condiciones invernales. Este producto debe aplicarse con precisión a lo largo de toda la longitud y en el interior de la cadena.
Hecho esto, la bicicleta o e-bike debería poder soportar las condiciones extremas y húmedas del invierno. Esta operación de lubricación debe repetirse al menos una vez a la semana o cada 10 días.
Consulta la mecánica de tu bicicleta.
En invierno, la transmisión y los frenos están sujetos con frecuencia a fallas mecánicas. Esto se debe a que el frío excesivo hace que cambie la viscosidad del aceite. Los problemas con estos componentes esenciales pueden tener consecuencias desastrosas:
- Velocidades difíciles de adelantar para cajas de cambios integradas;
- Suspensión de menor rendimiento debido a menos aceite fluido;
- Frenos agarrotados o menos efectivos. Cabe señalar que es menos seguro andar en bicicleta con un frenado defectuoso.
Otros factores pueden deteriorar prematuramente la transmisión de una bicicleta o bicicleta eléctrica. Por ejemplo, un alto nivel de humedad puede provocar un desgaste prematuro de la cadena debido a la oxidación. Consecuencia: el cambio de marcha se vuelve más difícil. En casos más graves, la cadena puede incluso romperse.
Antes de cada salida, es recomendable comprobar los diferentes elementos de la transmisión (cadena, buje, pedales, pedalier, etc.) así como frenado. Esta precaución ayuda a mantener la bicicleta en buen estado y asegura un invierno sin averías mecánicas.
Utilice componentes adecuados para la temporada de invierno.
Para evitar diversas averías mecánicas, se recomienda utilizar únicamente componentes específicos para el invierno, como por ejemplo:
- Cadena antioxidante: la especificidad de este componente de invierno es que es más resistente a elementos corrosivos como la sal. Por tanto, dura más que una cadena convencional.
- Aceite de invierno específico: protege mejor la cadena en condiciones extremas.
- Pastillas de freno de goma: garantizan una frenada más duradera.
- Cable especial de invierno: se desliza más fácilmente.
Desde el primer resfriado, se recomienda un diagnóstico o una revisión completa por parte de una persona competente.
Cambie los neumáticos por neumáticos de bicicleta de nieve.
Tan pronto como llegan los primeros copos, los ciclistas habituales están acostumbrados a ponerse neumáticos de invierno. Y por una buena razón, los neumáticos convencionales ofrecen menos agarre en condiciones de frío o lluvia. Esto da como resultado una bicicleta que ya no se agarra y un mayor riesgo de resbalar. Tan pronto como llegue el primer tiempo frío, es aconsejable reemplace los neumáticos de su bicicleta o bicicleta eléctrica con neumáticos para nieve. Su goma específica les permite soportar condiciones difíciles y tener un mejor agarre en carreteras resbaladizas. Hay neumáticos de invierno que se pueden instalar en una bicicleta convencional y en una bicicleta eléctrica. Finalmente, para los atletas y ciclistas que viajan en áreas donde se congela o nieva la mayor parte del invierno, deben usar neumáticos con clavos.
Controle periódicamente la batería de su bicicleta eléctrica
El funcionamiento así como la autonomía de las baterías de las bicicletas eléctricas se reducen en invierno. De hecho, los ciclos de carga / descarga se acortan debido al frío. Para mantener la calidad de la batería, es fundamental comprobar periódicamente su nivel de autonomía en la consola. Cabe señalar que la temperatura óptima para recargar y almacenar la batería se encuentra entre 15 y 20 ° C. Además, para mantenerlo en buenas condiciones, es recomendable:
- Retirarlo de la bicicleta si esta última no está en uso;
- Guárdelo a temperatura ambiente con un nivel de carga entre 30 y 60%;
- Utilice una funda específica.
Finalmente, durante el período de invernada, si no se necesita la bicicleta, se recomienda resguardarla del frío. Por lo tanto, colocarlo en una habitación cubierta (garaje, sala de bicicletas, sótano, etc.) es una mejor idea. También debe protegerse del polvo deslizándolo dentro de una cubierta protectora.