Pintar con un rodillo

La invención del rodillo de pintura solo en 1940 facilitó en gran medida el trabajo del pintor. Permite pintar fácil y eficientemente superficies planas y planas de las paredes de una habitación en un tiempo récord. Sin embargo, se debe tener cuidado para garantizar una perfecta preparación de las paredes. El manejo del rodillo es sencillo, pero se observará que no obstante es necesario un mínimo de técnica para cubrir adecuadamente las superficies a pintar, evitando corridas y huecos.

Existen diferentes tipos de rodillos que se pueden distinguir por la forma y tamaño del propio rollo, pero sobre todo por la naturaleza de su recubrimiento. En general, podemos considerar que cuanto más las cerdas del rodillo son cortas y rígidas y cuanto más será el resultado delgado y liso. Por lo tanto, usamos un rollo de mohair con pelos muy cortos para una laca, mientras que tomaremos un rollo de lana de pelo largo para una pintura mate o incluso estructurada.


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