Viajar con tu gato: lo que necesitas saber

Es muy posible viajar con tu gato. Sin embargo, hay una serie de buenas prácticas a tener en cuenta para evitar que el viaje se convierta en una pesadilla. De hecho, a la mayoría de los gatos no les gusta viajar, ya sea en coche, tren o avión. Los olores y ruidos inusuales son una fuente de estrés para ellos. Para viajar con total serenidad con tu gato, aquí tienes algunos consejos a seguir.

Viajando con tu gato

¿Cómo viajar con tu gato en el coche?

Viajar en automóvil con un gato puede convertirse rápidamente en un rompecabezas si se descuida.

  • En un viaje en auto con tu gato, la seguridad es primordial. Es muy importante seguir ciertas reglas para evitar cualquier riesgo de accidente. Entonces, es mejor ponerlo en una canasta de mimbre, en una jaula de transporte de plástico rígido o en una bolsa de nylon rígida. Se recomienda especialmente optar por una bolsa o jaula de transporte homologada. Las correas y arneses para gatos pueden ser soluciones a considerar, pero en caso de accidente, estos accesorios no podrán proteger al felino.

Además, un gato que se deja suelto en un coche mientras viaja puede provocar un accidente grave. Puede saltar de rodillas, sobre el reposacabezas y confundir al conductor. También puede esconderse debajo de los pedales.

  • Viajar en coche con un gato también requiere una buena preparación. Lo mejor es sacar la jaula mucho antes del día de salida para que se acostumbre. Incluso es recomendable hacer más cómoda la jaula para que el gato entre voluntariamente. También recuerde deslizar sus juguetes favoritos para que se sienta cómodo. La idea es asociar la jaula con algo que le atraiga. Una vez que ya no le tiene miedo a la jaula, todo lo que tienes que hacer es atraerlo con una golosina, un juguete o una caña de pescar.
  • El día del viaje, coloque al gato en la jaula y asegúrese de que no pueda salir. Evidentemente, es fundamental que se sienta cómodo allí y que esté cómodo allí. Es recomendable instalar una toalla usada en el fondo de la canasta. Por tanto, absorberá la orina. De hecho, un gato nervioso puede querer defecar de repente. Además, no es raro que los viajes en coche provoquen náuseas en los felinos. Una vez que esté bien asentado en la bolsa o portabebé, todo lo que queda es fijar la instalación a un asiento. Esta es la única forma de garantizar la seguridad de la pequeña bola de pelo en caso de aceleración o frenado. De esta manera, no tendrá que sujetar la jaula de transporte durante todo el viaje. Antes del viaje, recuerde ventilar ligeramente el automóvil. Por otro lado, si la temperatura ambiente es lo suficientemente fría, es preferible cerrar las ventanillas durante todo el viaje. De hecho, algunos gatos pueden ser sensibles a las corrientes de aire. Además, para no agredir la audición del felino, es preferible que la radio permanezca apagada. Si el viaje es lo suficientemente largo, se recomienda que se detenga cada dos horas para alimentar y beber al gato. Tenga en cuenta que debe evitar abrir la puerta del automóvil cuando la jaula de transporte está abierta, ya que esto podría hacer que el gato se escape.
  • Una vez en su destino, el gato puede parecer un poco confundido, pero después de unos minutos volverá a su estado normal. Lo principal es darle tiempo para que se lave tranquilamente para que se sienta seguro de nuevo.

¿Cómo viajar con tu gato en avión?

Si bien los viajes en automóvil son dolorosos para los gatos, odian aún más los viajes en avión. Los olores desconocidos, la presurización y el ruido tienden a perturbarlos. Por tanto, si tomar un avión con tu gato es inevitable, es importante estar bien preparado para que el viaje sea lo más agradable posible.

  • Hay disposiciones relativas al hecho de viajando con tu gato. Sin embargo, cada aerolínea tiene sus propias reglas. Mientras que algunos permiten un gato en la cabina, otros permiten mascotas solo en los compartimentos de equipaje. Tenga en cuenta que las reglas dependen principalmente del pelo del animal y del tamaño de la jaula. A menudo es aconsejable utilizar una bolsa de transporte adecuada para vuelos en avión. En el momento de la reserva, es importante declarar la presencia del gato y pagar el impuesto correspondiente. Para los viajes aéreos al extranjero, se deben tener en cuenta las disposiciones aplicables al destino. Para recopilar toda la información sobre los viajes aéreos con un gato, simplemente vaya al sitio web de la embajada correspondiente. Como regla general, el felino debe tener un certificado médico. Incluso es posible que se solicite una prueba si la bola de pelo es objeto de vacunas especiales. Además, es obligatorio tener un pasaporte europeo para que los animales puedan llevar un gato en avión a un país extranjero.
  • Para viajar serenamente en avión con un gato, debes a toda costa evitar los tranquilizantes. Este movimiento puede ser tentador para facilitarle la vida, pero podría empeorar las cosas. De hecho, las aerolíneas no permiten animales sedados en los aviones, tanto en bodega como en cabina. Para calmar al gato durante el viaje, lo mejor es utilizar un rociar feromonas o flores de Bach. Los gránulos homeopáticos disponibles en el mercado incluyen una mezcla de flores de Bach para gatos. Para que el cerebro felino produzca serotonina (la hormona del bienestar), se recomienda el uso de suplementos dietéticos que contengan el aminoácido triptófano.
  • Durante el control de seguridad, tenga cuidado de mantener bien al gato para evitar que se escape. En esta etapa del viaje, los servicios de seguridad pueden solicitar sacar al gato de su jaula. No es raro ver a los animales reaccionar mal en este momento. Por tanto, es preferible pedir a los servicios de seguridad que controlen al gato en un espacio cerrado.
  • Dada la duración del vuelo, es muy posible darle de beber al gato. Este también es un buen momento para calmarlo y ayudarlo a recuperar la confianza. En un avión, el aire acondicionado suele estar frío. Se recomienda instalar una manta en la jaula de transporte. De esta forma, el gato no sufrirá corrientes de aire. Para que no se quede a oscuras durante todo el viaje, es recomendable apostar por las bolsas que incluyen varios lados que se pueden abrir y volver a sellar.
  • Inmediatamente después del aterrizaje, se solicitará el pasaporte y el certificado médico del gato. Estos papeles le permitirán entrar o salir del territorio. El sitio web de la embajada del país de destino también proporciona información importante sobre la entrada y estancia del animal en el territorio.
  • Después del vuelo, se debe tener cuidado para garantizar el bienestar del gato. Una vez en su destino, al gato le resultará difícil ponerse de pie. Sin pánico ! Después de unas horas de descanso, estará en muy buena forma.

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