Cero desperdicio: crea tu propio germinador

Las semillas germinadas van en aumento. Para ahorrar dinero mientras disfrutas de sus beneficios, es recomendable hacer tu propio germinador. Fácil de hacer, requiere muy poco material, ya sea con un tarro de mermelada viejo o un trozo de tela, por ejemplo.

Hacer un germinador

El valor de las semillas germinadas.

Las semillas germinadas contienen un concentrado de nutrientes. Estas son semillas que se pueden comer al comienzo de la germinación. Aparecen como pequeños brotes. Se pueden comer varios tipos de plantas como semillas germinadas, como cereales, legumbres, hierbas, verduras o semillas oleaginosas.

Las semillas germinadas se valoran por su gusto. Algunas tienen un sabor diferente al de las plantas cultivadas, especialmente el puerro y el rábano. Crujientes y estéticos, agradables de consumir. Servidas como plato o utilizadas como decoración de platos, las semillas germinadas aportan variedad y extravagancia a la comida. Debido al poco tiempo que tarda en germinar, estas plantas están disponibles todo el año. Esto hace que sea fácil de conseguir, independientemente de la temporada.

Además de integrar los platos con sutileza, las semillas germinadas contienen un multitud de nutrientes. Si cada vez son más los restauradores que ofrecen estos pequeños tesoros en la carta es también por su valor nutricional. Clasificado entre alimentos biogénico, están llenos de energía. Según algunos estudios, las semillas germinadas pueden revitalizar el cuerpo humano. Verdaderas estrellas de la nutrición, abundan en vitaminas y minerales. Estos brotes jóvenes tienen un valor nutricional excepcional. De hecho, durante el proceso de germinación, se desarrolla una gran cantidad de microelementos. El consumo de semillas germinadas contribuye a una dieta sana y equilibrada.

Estas pepitas de nutrientes solo tardan unos días en germinar. Para beneficiarse de todos sus beneficios, es recomendable consumirlos en la nevera. Tan pronto como aparezca el pequeño tallo, es posible arrancarlos. Para preservar su valor nutricional, es mejor comerlos inmediatamente después de cosecharlos. Además, es mejor evitar guardarlos en el frigorífico durante más de 2 días.

Hacer un germinador de vidrio

Las semillas germinadas se han convertido en tendencia en la gastronomía. Es posible desecharlo en casa, durante todas las estaciones, gracias al germinador. Para ahorrar dinero, es mejor hacer su propio germinador. Entre los muchos modelos, el de vidrio sigue siendo el más popular. De fácil mantenimiento, este material no presenta ningún riesgo para la salud.

Se deben recolectar algunos materiales:

  • a maceta de vidrio: No tienes que comprar uno nuevo. Es posible utilizar los tarros de mermelada en los armarios. Un frasco sin tapa puede hacer el truco. La capacidad depende de la cantidad de semillas a germinar.
  • a pieza ligera de tela como gasa o tul. Además de servir como barrera contra los insectos y la suciedad, la tela permite que entre aire en el frasco. Las fibras finas también permiten que el agua se evapore.
  • a elástico
  • Desde semillas: La mayoría de las semillas se pueden comer durante su etapa de germinación. Lo principal es que la planta es comestible. Sin embargo, deben elegirse con cuidado. Para que los brotes jóvenes germinen correctamente, es necesario garantizar la calidad de las semillas. Tu mejor opción es usar semillas orgánicas. El almacenamiento también es un parámetro a tener en cuenta. Deben mantenerse en un ambiente limpio, lejos de la humedad y la luz.

He aquí cómo hacerlo:

  1. Lavar el frasco de vidrio y coloque las semillas en el fondo del frasco. Evite mezclar diferentes tipos de semillas en una maceta. De hecho, no todos germinan de la misma manera. Algunos tardan un poco más que otros. Para que las semillas crezcan correctamente, es recomendable no poner demasiado en un frasco. En general, en un frasco de mermelada mediano, debes agregar un máximo de 2 cucharadas de semillas.
  2. Llena la olla con agua limpio y fresco a ¾ para cubrir las semillas. El agua debe estar fría, pero no helada. Luego cubra el frasco con el trozo de tela, luego sostenga la tela con un elástico;
  3. Deje el agua durante aproximadamente 2 horas en el frasco, luego deséchelo. Para hacer esto, simplemente incline el frasco. El objetivo es humedecer las semillas, prepararlas para la fase de pre-germinación. Tenga cuidado, mantenga el elástico en su lugar para asegurarse de que el contenido permanezca en su lugar. Si el agua se deja demasiado tiempo, las semillas pueden pudrirse.
  4. Cambiar el agua dos veces por dia hasta la germinación. Esta vez, deje reposar el agua durante 2 a 3 minutos antes de desecharla. Renovar el agua elimina la suciedad y proporciona a las semillas nutrientes adicionales. Para verter el agua, simplemente pásala por la tela. Por lo general, el tiempo de germinación se indica en el empaque. Si no se dan instrucciones, solo espere a que aparezcan los brotes jóvenes revisando la maceta diariamente.

Este método también funciona con una bandeja o plato de vidrio. Este último permite obtener una mayor cantidad de semillas germinadas. Además, las semillas tienen más espacio para germinar. Esto evita que otros bloqueen los brotes jóvenes. Sin embargo, debe usar una tela mucho más grande para cubrir completamente el plato.

Hacer una bolsa de germinación

Para aquellos que no tienen macetas, es posible utilizar un paño. Para hacer una bolsa de germinación o una “bolsa de germinación”, debes:

  • Tijeras ;
  • Hilos y agujas;
  • Alicates;
  • Un elástico;
  • Un frasco.
  • Una tela fibras naturales, como el algodón o el lino, por ejemplo.

No es necesario comprar tela nueva. Una prenda vieja o una cortina gastada bastarán. Sin embargo, debe asegurarse de que no contenga ninguna serigrafía. También debe estar muy limpio. Evite lavar la prenda con detergentes químicos. Lavarse con jabón de Marsella, vinagre o bicarbonato de sodio es más apropiado. Esto se debe a que el tejido estará en contacto directo con las semillas, mientras que muchos consumen las semillas germinadas crudas. Por tanto, las sustancias tóxicas pueden infectar a los brotes jóvenes. Antes de usar la tela, asegúrese de tener buen enjuague.

Con estos materiales juntos, es hora de continuar con la fabricación:

  1. Corta la tela para obtener una pieza de al menos 10 cm de ancho y 20 cm de ancho. Dobla la tela por la mitad a lo largo para hacer un cuadrado, luego coloca la tela para colocar el pliegue hacia abajo.
  2. Coser los 2 lados para obtener una bolsa.
  3. Coloque una o dos cucharadas de semillas en la bolsa y ciérrela con una goma elástica.
  4. Sumerja la bolsa en un frasco de agua, asegurándose de que el agua haya entrado en la bolsa del germinador. Todo el proceso de enjuague permanece el mismo que con un germinador de vidrio. Para drenar el exceso de agua, retire el elástico y cuelgue la bolsa atándola con clips.

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