¿Cómo limpiar tus pinceles de maquillaje?

Los pinceles de maquillaje, las esponjas y los mezcladores de belleza son accesorios esenciales para los amantes de la belleza. Sin embargo, estas herramientas son verdaderos nidos de gérmenes si no se limpian a diario. Las bacterias que se alojan allí no solo pueden provocar la aparición de espinillas, sino que afectan sobre todo a la calidad del maquillaje. A continuación, te damos algunos consejos para lavarlos bien.

Limpia tus pinceles de maquillaje

Champú para bebés, producto de lavado para accesorios de maquillaje

Los pinceles de maquillaje son accesorios imprescindibles para los tratamientos de belleza ya que se utilizan para esparcir los productos. La base, la sombra de ojos o incluso el rubor son herramientas que hay que manejar con habilidad y tecnicismo para lograr un buen maquillaje. Como resultado, las herramientas se encuentran a diario con los restos de estos productos: entre las cerdas de la brocha o en la superficie de los beauty blenders (esponjas ideales para aplicar la base de maquillaje). Estos residuos promueven la expansión de gérmenes y otras bacterias que pueden afectar la salud de la piel y la calidad del maquillaje.

Por tanto, es fundamental limpiar este equipo para evitar la aparición de espinillas u otras reacciones alérgicas. Sin embargo, no se pueden utilizar todos los productos de limpieza. Para garantizar la calidad de la limpieza de estos accesorios, se recomienda un champú para bebés. Es suave y no daña las cerdas de los cepillos. He aquí cómo hacerlo:

  1. Sumerja las brochas de maquillaje en un recipiente pequeño lleno de agua con una pequeña cantidad de champú para bebés. Hay que frote ligeramente entre los pelos para deshacerse de los restos de maquillaje. El color del agua en el recipiente debe volverse naranja. Estos son los depósitos de productos de belleza que se alojan entre las cerdas de los cepillos.
  2. Deseche el agua manchada por los cepillos y llene el recipiente con agua limpia y clara. Luego enjuague bien las herramientas de maquillaje, asegurándose de eliminar todo rastro de champú. Para hacer esto, simplemente frótelos suavemente. Esto no solo permite lavarlas, sino también comprobar si aún quedan residuos entre las fibras.
  3. Exprima el agua de los cepillos con una toalla suave de felpa, presionando ligeramente las cerdas del aplicador. Deben evitarse los movimientos bruscos para no dañar las herramientas, en particular tirando de sus pelos.
  4. Seque los cepillos con la cabeza hacia abajo para que no quede agua entre las fibras. Con pinzas para la ropa, cuelgue y seque estos accesorios en un tendedero. Si los mangos del cepillo son demasiado gruesos, use bandas elásticas para colgarlos.

Limpiadores aptos para pinceles de maquillaje

Muchos no lo saben, pero marcas de maquillaje profesionales han diseñado productos específicos para limpiar brochas y esponjas de maquillaje. Aquellos que no tienen tiempo para limpiar sus accesorios de belleza pueden usarlos para mantenerlos. Simplemente rocíe las cerdas de los cepillos con el limpiador, frote con una toalla de papel y luego deje que las herramientas se sequen al aire.

Estos limpiadores deben usarse después de cada sesión de maquillaje o al menos una vez durante el día. De hecho, la limpieza de estos accesorios debe hacerse todos los días para no dar tiempo a que los productos se atasquen entre las cerdas. Sin embargo, debido a la falta de tiempo, la mayoría de los usuarios no pueden seguir esta guía. Por lo tanto, los profesionales recomiendan lavar los aplicadores de maquillaje facial dos o tres veces por semana y los cepillos de ojos cada tres semanas.

Es saber que hay limpiadores de brochas de maquillaje que no necesitan aclarado. Productos para tener a mano para los que tienen prisa.

Agua tibia, jabón y aceite de oliva para limpiar las brochas de maquillaje.

Limpiar las brochas de maquillaje no es una tarea que deba tomarse a la ligera. Si el mantenimiento ha sido chapucero, las consecuencias pueden ser numerosas, en particular el deterioro de los accesorios. De hecho, la falta de mantenimiento reduce la vida útil de las brochas de maquillaje. Sin embargo, si la limpieza se realiza correctamente, no solo aumenta el usuario la vida útil de los cepillos, pero también conserva su piel.

Hay una serie de productos sencillos que pueden facilitar la limpieza de estos accesorios, como agua, jabón suave y aceite de oliva. Estos son los pasos a seguir para limpiar adecuadamente los aplicadores:

  1. vierta agua tibia en un recipiente y agregue unas gotas de aceite de oliva;
  2. tomar los pinceles y sumergirlos en la solución;
  3. enjabonar las cerdas de las brochas y dejarlas en el bol unos minutos;
  4. Luego enjuaga todo con agua tibia, frotando las cerdas para quitar el resto del jabón, la grasa del aceite de oliva, pero sobre todo la depósitos de maquillaje ;
  5. Seque los cepillos en horizontal, asegurándose de que el cabezal sobresalga del armario donde se colocan y quede suspendido en el aire.

En este truco se usa agua tibia porque facilita la limpieza y ayuda a eliminar los restos de producto más rápidamente. Se recomienda el uso de un jabón suave para no atacar los pelos del cepillo. En cuanto al aceite de oliva, es un detergente eficaz, pero también conviene aclararlo para evitar que la grasa se pegue a las fibras.

Máquina de limpieza de brochas de maquillaje

Además de los productos específicos para la limpieza de las brochas de maquillaje, existe un kit completo para su mantenimiento. Es una máquina similar a una centrífuga donde se instalan los cepillos, luego se sumergen en arecipiente con agua tibia y jabón suave. Luego, la máquina hará girar las brochas en el recipiente para eliminar cualquier residuo de maquillaje. El proceso de enjuague y secado es el mismo que para los métodos anteriores. Un kit recomendado para profesionales de la belleza ya que su uso facilita enormemente la tarea.

En cualquier caso, la limpieza eficaz de las brochas e incluso de las esponjas de maquillaje depende del uso de productos adecuados y de la frecuencia de mantenimiento. Es decir, no utilices jabones demasiado ásperos que puedan cambiar la textura de los pelos de los aplicadores o frotarlos con demasiada fuerza. También se prohíbe el uso de agua caliente para evitar que las fibras de las cerdas del cepillo pierdan su flexibilidad.


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